Olleros de Tera (Zamora) |
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Descripción e Información General de Olleros de Tera (Zamora) Olleros
de Tera, es un pueblo situado en la provincia de Zamora, comarca del Valle
del Tera, del término municipal de Calzadilla de Tera, cuenta con
una población de 225 habitantes según el censo de 2004, 112 hombres y 113
mujeres (fuente I.N.E.). Olleros
de Tera es un pequeño pueblo, con una altitud de 783 metros, enmarcado dentro
del término municipal de Calzadilla de Tera, al oeste de
la provincia de Zamora, a medio camino entre Benavente y Puebla de
Sanabria. Los
límites del pueblo son los siguientes, al norte, limita con Vega de Tera, al
sur, Calzadilla de Tera; al este con Calzada de Tera, y al oeste con Otero
de Bodas. Su
distancia con la capital es de unos 70 kilómetros, y con Benavente de unos 40
kilómetros. La
superficie total de Olleros de Tera
es de 1357,5 hectáreas. Este pueblo está asentado en la fértil vega del río Tera, cuyo curso es anunciado por frondosas arboledas de chopos y alisos. La
suavidad de su relieve y las tonalidades verdes y ocres, son la característica
de su paisaje, con pocas pendientes y desniveles. En la zona cercana al río Tera hay menos altitud subiendo ésta a medida que nos acercamos al monte en
dirección a Otero de Bodas. Podemos
hablar de un paisaje con abundancia de vegetación alternándose los cultivos de
regadío y secano con la vegetación natural de la zona y un extenso bosque de
encinas y viñedo. Estos parajes
constituyen un hábitat ideal para animales como la liebre, el conejo, la
perdiz, la codorniz, el ciervo, el zorro y el jabalí, entre otros.
La
gente se dedica a la agricultura (cada vez menos), algo de ganadería, y
construcción generalmente siendo éste el sector que más ha aumentado en estos
últimos años. Una buena parte de la población de este pueblo como tantos
otros en España se mantienen en gran parte gracias a las pensiones. La
evolución demográfica a lo largo de las últimas décadas es baja y a eso hay
que añadir sobre todo la fuerte emigración, sobre todo en sector más joven de
la población, que parte, en busca de otras alternativas de trabajo, ya que la
agricultura cada vez es menos rentable. Los
cultivos predominantes para consumo propio, son las hortalizas y productos de la
huerta tales como tomates, lechugas, pimientos guisantes, calabacines, judías
verdes, garbanzos, etc... Los
cultivos predominantes para su venta, son cereales (trigo, cebada, centeno),
patatas, maíz, alubias de varias clases, pepinillos, entre otros. La
cocina tradicional se basa en productos autóctonos naturales y de primera
calidad, cobrando también gran importancia los productos de la matanza del
cerdo. A
pesar de ser una zona de interior, existen algunos platos basados en pescado,
explicación que según la historia se debe en cierto modo a la economía del
producto en los orígenes de su receta y a la cercanía con la tierras gallegas,
destacarían el bacalao con patatas y el pulpo a la gallega o a la sanabresa. Al
adentrarnos por las calles del pueblo, nos encontramos con las casas típicas de
la ribera del Duero: "casas de barro y paja". Los materiales más
empleados son el adobe y la piedra, aunque desde hace varias décadas cada vez
van ganando mas terreno las nuevas construcciones de ladrillo y cemento. Todavía
se conserva la fuente principal del pueblo, y los lavaderos donde las mujeres
lavaban a mano la ropa. Esta
comarca tiene inviernos fríos propios de Castilla, con temperaturas que llegan
a alcanzar en algunos casos los 10º bajo cero. La cocina es y sigue siendo
durante los rigurosos inviernos, la estancia más usada por el calor de la
chimenea, donde antiguamente se hacía lumbre para guisar la comida (algunas
personas hoy en día siguen haciéndolo en muchas ocasiones). Sus
gentes son de un carácter muy afable y son muy bien acogidos los forasteros en
cualquier época del año y especialmente durante las fiestas del pueblo. |
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